viernes, 8 de octubre de 2010

XV

Palabras devoradas
como tu cuerpo,
que tiembla a veces.
                               Y ese temblor
es el frío inmenso de la nieve,
el pequeño fuego que no quema
en las alas del murciélago escondido
como los ojos de la noche:
la pregunta inútil
que reconoce el olvido
y sabe que no hay suficientes cadáveres de luna
para encender la luz.
                                Ahora estoy aquí
como una sombra,
invocándote en el silencio de sabernos perdidos
como barcos en la niebla,
claridad inaccesible o difícil transparencia,
abandonado crepúsculo traspasado.

Dime qué ocurre aquí
para que la memoria me traiga tu nombre
como un mensaje antiguo.


Luis Llorente Benito,
de La rutina de la nieve (abril-junio 2009), editado en 2010

1 comentario:

  1. y sabe que no hay suficientes cadáveres de luna para encender la luz. ( me gusta mucho esa imagen)

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