martes, 3 de diciembre de 2013

LA CENIZA



En los ángulos interminables
la historia nace y repite su aullido
en rincón perdido y sin fronteras

el dolor es un puente hacia lo extraño

el incendio de las puertas
la posible anunciación
la espera lágrima del beso inalterable
los mundos contrarios en la seca y vasta luz
que ya no nombra cuanto toca

hay un espejo de habitada soledad naciente
un tejido en las sombras de la mansedumbre
o letanía del mar en el signo
que se eleva y se destruye

por qué reloj la hora se ha escapado
por qué paisaje tus ojos han ardido

y escupen su costumbre dilatada

Sólo el temblor del día
insolente y pertinaz

y las líneas de la mano
o las huellas de la aparición

en la voz muda y moribunda

rompiente del olvido y su regreso