martes, 5 de octubre de 2010

EL OTRO

Acuérdate.
           Recuerdo el frío malo
mordiendo los tobillos como un perro
violento y caprichoso, y las lentísimas calles
salpicadas de tiempo detenido.
Una noche de invierno me fugué de mi casa.
Durante algunas horas tuve el mundo en mi mano:
quebraría el destino como el vaso caliente
que recibe un embate de agua fría.
Duró poco y no tuvo consecuencias;
son cosas de la edad, dijo mi madre.
Pero fue una experiencia extraordinaria.
Probé por primera vez el tamaño de las cosas,
y por eso aprendí mi verdadero tamaño.
Ya de vuelta, en la cama humillada por la huida,
en mi cuerpo dormía otra persona.
El que había probado para siempre
la fruta del dolor, la miel amarga.


Juan Manuel Villalba (Madrid, 1964)
de Todo lo contrario (Pre-Textos, Valencia, 1997)

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