miércoles, 6 de octubre de 2010

HUELLAS EN LA NIEVE

Las huellas en la nieve
de alguien que pasó
dejando su calor
lento como una despedida.

Dame un alma ignorante, un cuerpo ajeno.

Ayúdame a sentir la luz,
su furia desatada,
su desierto íntimo.
                            Tenderse ahora
es fácil,
tumbarse en ti
sabiendo que me escuchas
y que el eco de la lluvia ya no puede mordernos.

Porque somos un instante respirable.
Porque escucho tu gemido
imantado como una cruz.

Porque hemos vencido enteramente
y tu aliento es amarillo
y tu piel no parece de la noche.


Luis Llorente Benito,
de La rutina de la nieve (abril-junio 2009), editado en 2010

*el intertexto (en cursiva) es un verso de Juan Gil-Albert

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