martes, 26 de febrero de 2013

LAS LEYES DEL AMOR


 
                            Cuando tú y yo estamos frente a frente
                            y una extensión desierta nos separa.
                                                     José Ángel Valente
      


El poema que surge
como lenta razón de lo existente.
Que abraza al mar,
que entrega sus sílabas
al dios de lo absoluto,
su música visible,
la cadena de luz que dora el tiempo.
La pulsación futura,
la levedad tan nuestra,
el secreto del amor y su belleza.
Los ocultos latidos
que dibujan el mundo.
(Celebramos la mirada
desde otra mirada).
La intimidad de los signos,
la certeza del azar:
qué desierto y qué vacío
nos une con la luz.
Hay un viaje de los cuerpos
que origina la memoria,
testimonio del deseo y su ceguera.
La música innombrable
como un tumulto sordo.
La ebriedad de la voz
predispuesta a la alegría,
los límites del miedo,
el color y las formas,
el temblor del último paisaje
que nos lleva a una luz mucho más pura.



Luis Llorente, Los laberintos del regreso (inédito)

jueves, 21 de febrero de 2013

EL DÍA ROMPE...



El día rompe
su última certeza.
Alguien ha visto
signos vacíos
en el silencio de la nieve,
trazados de una luz
amarillenta, hojas caídas
de un antiguo vuelo
que quiso ser
olvido. Aquí la mirada
es un beso ante las cosas:
todo lo que responde deja su ternura,
un accidente de la nada
que separa la voz de la memoria,
y la sola palabra
que fluye interrumpida,
y los gritos del sentido y del deseo.
El día rompe
su última certeza. Hay lugares
visitados de otra forma,
figuras desteñidas en la muerte,
otro nombre para decir
su equívoca presencia.



21-2-2013

martes, 19 de febrero de 2013

LLUVIA DE INVIERNO


 
un pasado de niños tristes bajo la lluvia
                                    Carlos Sahagún


Esta lluvia de invierno
qué aurora nos devuelve,
qué paso suspendido en la ceniza,
cuántos lugares
de invisible luz
fueron materia del canto
inmemorial, cuántas luces
de noche inmensa y de escondida
fiebre, dónde la última
resurrección:

el timón del pájaro
que lucha por morir,
el niño que mira lo innombrable,
la palabra que asciende
a otra palabra,
los tumultos de esa voz
que venía del sur
y nunca dijo nada,
las alas del insecto sin descanso,
el cuerpo del árbol
que agrietó la sangre,
la memoria de lo oscuro
entre tanta mansedumbre,
la lentitud del cuervo
cuando posa en el tejado.

Esta lluvia de invierno
qué labio pretende descifrar,
qué cítara suena
ahora entre estas sombras,
qué condición y qué desierto,
qué letanía
ante el mar de lo existente.

 

Luis Llorente
Los laberintos del regreso (inédito)