lunes, 4 de octubre de 2010

NO LLUEVE

No llueve aún pero la tierra
en su color frío y amarillento
huele ya a lluvia.
No podría vivir donde la luz
fuese extranjera. Tendría miedo
de morir sin compartir
con el sol del mediodía
la pulsación de la propia mirada.
No se puede cambiar de luz
como quien se cambia de camisa:
mi país
está donde la piedra encendida del mar
ilumina las verdas del corazón. Y la cal
resbala por los muros y por el tronco
de los olivos. Hasta el suelo.


Eugénio de Andrade
(traducido por Á.C.P.)

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