viernes, 1 de octubre de 2010

EL FANTASMA DEL POETA

Sobre tanta muerte memorable,
el poeta escribe versos
en la luz de esta casa oscurecida.
Conoce este lugar y la suerte le acompaña.
Camina por el pasillo
con los ojos bien vacíos,
y un día se encuentra
con una triste sombra que no le reconoce.
Con su cuerpo transparente
ensaya una escena
aprendida de memoria.
Tan callados sus ojos,
tan heroico su mutismo
en la tempestad sedienta de esta fosa:
parte hacia la nada y no sabe volver,
o quizá conoce perfectamente el camino de regreso
pero prefiere huir,
prefiere alejarse inventando otra muerte
para estar vivo en el acto de su entrega.


Luis Llorente Benito (agosto 2010)

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