miércoles, 19 de enero de 2011

EL MONÓLOGO

La poesía me dijo
no te olvides de la lluvia.
Y pienso en esta fecha.
Hoy es el cumpleaños de Dolly Parton
(19 de enero, cumple 65),
la cantante más sexy del country
y la más odiada por Heráclito.
Pienso en este día
sin calendario, invisible, señalado.
Un 19 de enero
qué puede suceder en una casa,
en un lugar vacío,
en un lugar
donde nadie sabe dónde está:
qué puede ocurrir
mientras escribes un poema,
qué puede ocurrir
en medio de una confusión
herida como un árbol. Al fondo hay sangre
coagulada, saliendo de la tierra.
El frío de enero es un ángel mortal
o un parto desarraigado. La nostalgia
no la quiero: me invade tanto que la odio.
Las cuchillas de luz
dibujan en la niebla sus formas y sus máscaras.
(También las odio).
Yo quise escribir unos versos
que estuvieran bien servidos. Y no sé
si ya lo hago, si salen de mi boca
para entrar en otro reino.
(Lo estoy haciendo, hay algo que aparece).
¿Conocéis esta ropa? Soy el mismo hombre.
Siempre soy el mismo. Siempre estás conmigo,
pequeño dios de la esperanza. Eres el mismo cuerpo
con distinta música. El mismo paisaje con distinto vuelo
(lo escribí una vez y se ha quedado en mi memoria).
Y yo me muero a cada instante de alegría.
Necesitamos beber bajo la sombra.
Alimentarse, abrigarse, tener cobijo.
                                                      Las copas son
como los ruidos de una ciudad:
bebe despacio, eres libre.
Una copa de vino, un trago de vida
en la humildad serena de la tarde,
examen señalado de tu causa,
un viento o respuesta
que comulga con nosotros:

en los bares los poetas se suceden.


L. LL.

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