viernes, 7 de enero de 2011

AHORA TU CUERPO...

Ahora tu cuerpo incita al roce.  
Pero no estás aquí,
ni yo te escribo.
Recojo mis pisadas. Estoy aquí.
Levántame de este lugar. Sácame
del reino. Expúlsame, lábrame,
sécame la voz y la garganta.
Escúlpeme, oye la luz de estas palabras.
Excítame con la piel que viene de los montes,
y las orillas nevadas de esa historia.
Lame mi lengua con tu lengua de arrecife:
serás coral sin tregua ni respuesta,
serás entrega sin suburbio ni naufragio.
Escucha ese latido que se acerca,
que se mueve lento hacia tu cuello.
Escríbeme la tierra. Dibuja su celeste arquitectura.
Dime los nombres de la sangre de los árboles.
Ofréceme una copa de cicuta. Entrégame la vida.
Quiero morir aquí, sitiado en la belleza.
Que acabe todo aquí, que nos quedemos solos,
con el canto y la distancia y el temblor,
con las huellas profanadas en la senda,
en el valle que habitamos con el miedo.
Y saca la luz y la alegría: despliega, rompe
la cárcel, abre la pared a martillazos
y luego vendrán otros desiertos.

Quiero morir aquí, quiero morir contigo.

Apágame la noche con tu noche.


Escrito el 5 de enero de 2011

1 comentario:

  1. éste verso me gusta:"abre la pared a martillazos
    y luego vendrán otros desiertos."

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