miércoles, 3 de noviembre de 2010

NOVIEMBRE ANTIGUO

El aire.
La flor cortada y sin aliento.
Las hojas esparcidas de noviembre.
Vienen los lobos del silencio.
Es la hora de la merienda
en los jardines de la infancia.
El jardín desnudo, el jardín azul,
el jardín antiguo de las madres
que sonríen a sus hijos.
Esos niños que hablan a sus madres
en las tardes de noviembre:
-“Qué rico el chocolate, mamá.”
(Me reflejo en los ojos del otoño).
-“¿Este domingo toca ir al pueblo?”
(La piscina está verde, hay un mirlo
en esa rama), juguetes oxidados
como el cielo
y el cadáver del verano que ha vuelto a pasar.
-“Luis, entra en casa, que hace frío.”

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