miércoles, 10 de noviembre de 2010

NOS MIRAMOS...


Nos miramos en el largo desierto de las horas.
Son las estrellas del silencio, animales dormidos.
Pienso en despertar con cara de árbol. Soy un árbol.
Vosotros recorréis el mar
como se recorren las ciudades del cielo.
Vosotros apretáis el gatillo
en la hora en que noviembre tensa todas sus ramas
para morir también. Disparad al duende.
No somos de la tierra. Soy vuestro,
soy el cuerpo que camina asustado y sin aliento
pero con la fuerza inmensa del amor. Estoy
atado a tu presencia,
en esta noche de cadáveres despiertos,
de mastines y horizontes
que abren pechos. El pecho del cielo,
la lengua del cielo,
los ojos en llamas del cielo. Me miras,
señor, y destruyo mi presencia por amarte.


10-11-2010

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