lunes, 8 de noviembre de 2010

LA LUZ DE UN RAYO

Fluye la lámpara de los animales
y las raíces oscuras del instante.

La luz de un rayo.

Vienen las nubes
con sus curvas ágiles.

La luz de un rayo.

Oigo un rumor
y se detiene el aire en mi callados pasos.

La luz de un rayo.

La lluvia es una pausa. La música
un muerto que está sordo.

La luz de un rayo.

Oigo un rumor.
Sóis vosotros, o es la luz
de manantiales indecisos.

La luz de un rayo.

Quién esconde sus ojos
en los planetas infinitos.

La luz de un rayo.

Yo no puedo volver
por el mismo camino.

La luz de un rayo.

Ya no somos los mismos niños
sino los hijos del tiempo.

La luz de un rayo.

Ella ha cambiado. Te amo
en esta hora gris de las tabernas ácidas.

La luz de un rayo.

Me miras y no puedo despertar.
Te amo todavía, te amo
porque no puedes oírme,
porque estoy enfermo de guitarras viejas.

La luz de un rayo.

Y una tarde se estremece,
un noviembre más lento que un barco hundiéndose en la niebla,
un noviembre de luz que vuelve de otros años,
y ya no somos los mismos, y te amo
como

la luz de un rayo.


8 de noviembre de 2010

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