ELLA LO DIJO

Ella lo dijo. Estaba su nombre
escrito en la pared,
en la pared de mis ojos
que parecían atreverse a descubrir el mundo.
Entonces una sombra, un latido
en la más encerrada noche,
y lo oculto se persigue como a un pájaro,
y venían los ruidos ardiendo de antemano:
tus manos eran árboles creciendo
anticipadamente en el olvido.
Ella lo dijo. Volvía la luz
mordiendo mis ladridos,
y la música era un ojo a punto de acabarse.
Un ojo cortado, una cuchilla
sobre el agua, flotando luz a la deriva,
donde es mejor estar muerto que seguir mirando,
donde el cuerpo cae y se refleja
hacia la honda magia sin condena.
Un párpado de sangre, un vientre de latidos,
un tumulto de pieles indefensas
donde la luz descifra los lugares.
Un ojo cortado, un viento insatisfecho,
una boca sobre el mar
mientras se tensan las raíces del amor
y se dobla el mundo.

Ella lo dijo. Abandonarse
como un tigre en el deseo
y dejarse llevar por la tormenta.


L. LL.
10-2-2011
*Tres versos suprimidos el 2 de marzo.