Romped este perfume
mientras miro caer
las agujas incendiadas del día.
Sólo en el instante que agoniza
podemos ver el rostro del viento,
la brisa que enciende los lugares.
Romped el ojo con la sangre de los pasos,
la tierra que ha perdido su alimento.
Dibujad el regreso y la frontera.
Quemad el tiempo en los brazos del agua.
Sacad, sacadme
la música de la piel tan larga,
el sudor del cuerpo, las gotas
que se mueren, y decid al duende
dónde dejar
los lentos minerales de la noche.
Luis Llorente
18-3-2011
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