Los siervos son las noches escondidas
los animales indefensos
los relojes turbios y abolidos
encendidos disecados traspasados como un ojo
a la deriva de la sangre
No hay temblor ni muertes blancas en tu vientre
Sólo azules estampidas
Sólo somos hormigas
trepando por paredes malditas
donde una nube de silencio escarba en el olvido
para encontrar la muerte
y las tumbas extinguidas y los héroes del mar
se acercan lentamente por la sombra que persigo
pero no hay entrega ni humedad en los sepulcros Sólo viejas
floraciones que inciden en lo mismo
retazos de lo mismo al mismo paso
al mismo vuelo
y el temblor del horizonte sin aliento se apresura
son maneras de decir lo mismo con tu nombre
tu sangre y tus latidos de poema descarnado
hoy no podré decirte que te amo
porque tengo demasiado mar en el bolsillo
demasiada vida en el cuerpo que se deshace
como la lluvia sobre el lago de tu vientre
cuando éramos antiguos
Se me pudren las manos y recorro esta espesura
Todo ha ido pasando
largamente
fríamente
sombríamente
y estamos humanamente solos
y ahora necesito otro destino
interrumpido y cierto
mientras vienen perros de fuego a morderme
con la lengua del cadáver de la luna
Luis Llorente
14-3-2011
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