jueves, 28 de abril de 2011

AMOR EFÍMERO

                  ¡mírala, ausente toda de palabra,
                  sin voz, sin eco, sin idioma, exacta!

                                                   José Gorostiza

Y todo comenzó sin concesiones.
Dar las gracias por una obra maestra
que se alargaba lentamente hacia el olvido.
El amor siempre tuvo una forma muy precisa.
El amor, una taberna
donde nunca atienden al sediento.
(El amor, el poema que te escribo
con el peso glorioso de una sombra).
Estuvieron siempre juntos y distantes.
Bebieron de la misma copa, escucharon
el destello de la misma música.
En ese momento, la luz perdió su norte
y se quedó mirándola a los ojos,
y ella supo todo lo que la noche
había dicho en voz baja, con esas palabras
necesarias, que nunca salen de la boca,
que siempre acaban cuando empiezan.
Y él conocía de antemano la nostalgia,
y el amor se definía a cada instante:
un extraño país que huele a nunca,
un destierro por la vida y su memoria.



2

La posición contraria de unos labios,
la ceniza perfecta en tu mirada:
miras y te alejas y empiezas a caer
como todo el vacío que se queda.
Me recuerdas a mí. Te pareces tanto.

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