Aquí, un cuerpo encierra
la victoria de la noche.
Está cansado y tiene frío.
Los lugares desaparecen
y vuelve su luz en cada acto de memoria.
Es un escriba en el silencio,
la gastada incertidumbre en la mirada.
Y cuánto pesa la nostalgia.
La noche hundida
como guante oscuro bajo el tiempo.
Hay un sabor a despedida, un sonido
similar a la intemperie:
me he quedado solo mientras cae la lluvia
y el día esconde su tacto bajo el frío.
Hay labios parecidos a la muerte.
Y rincones donde huir de la tormenta.
Café "La Colonial" , Ávila, 18 de noviembre de 2011
Los sabores a despedida y los labios parecidos a la muerte son la cosa más dura de probar.
ResponderEliminarYa te digo. Aunque la melancolía es fingida.
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